Dip. Eduardo Rivera Pérez
Constituida como uno de los derechos inalienables del hombre, la libertad de expresión representa uno de los fundamentos básicos para desarrollar una de las capacidades únicas del hombre, la de dar a conocer sus ideas sin opresión alguna. Y es así como un 7 de junio de 1951 es constituido por el Presidente en turno, Miguel Alemán Valdez el día Nacional de la Libertad de Prensa.
Nombrado justo en esa fecha por el General García y Valseca (dueño de Organización Editorial Mexicana) quien reunió a los directores de los medios de aquella época con el fin de “agradecer el apoyo brindado por parte del Ejecutivo a los trabajadores de la prensa”, el también nombrado Día de la Libertad de Expresión representa el enaltecimiento de los valores que la democracia conlleva.
Sin importar las condiciones en que fuera instituida la celebración, es importante trasladarnos a la época actual y realizar una profunda reflexión acerca de las condiciones de trabajo en que operan los medios de comunicación. Hoy el panorama resulta ser más claro que en años anteriores pues si bien es cierto, quien es portavoz de la noticia no ve sesgada su palabra ante la maldición de la censura que en otro tiempo pusiera freno a la verdad que hoy tanto perseguimos.
Además, es importante recalcar que nuestra Carta Magna de 1917 establece PARA TODO CIUDADANO en su artículo 6° lo siguiente “LA MANIFESTACIÓN DE IDEAS NO SERÁ OBJETO DE NINGUNA INQUISICIÓN JUDICIAL O ADMINISTRATIVA, SINO EN EL CASO DE QUE ATAQUE A LA MORAL, LOS DERECHOS DE TERCERO, PROVOQUE ALGÚN DELITO O PERTURBE EL ORDEN PÚBLICO; EL DERECHO A LA INFORMACIÓN SERÁ GARANTIZADO POR EL ESTADO”. Esto sencillamente se traduce a que sin importar nada más, todos tenemos derecho a estar al tanto de lo que sucede a nuestro alrededor.
Otro artículo que contiene puntos a resaltar y con lo que también es fundamentado el Día Nacional de la Libertad de Prensa es el Artículo 7° Constitucional, “ ES INVIOLABLE LA LUBERTAD DE ESCRIBIR Y PUBLICAR ECRITOS SOBRE CUALQUIER MATERIA. NINGUNA LEY NI AUTORIDAD PUEDE ESTABLECER LA PREVIA CENSURA, NI EXIGIR FIANZA A LOS AUTORES O IMPRESORES, NI COARTAR LA LIBERTAD DE IMPRENTA QUE NO TIENE MÁS LÍMITES QUE EL RESPETO A LA VIDA PRIVADA, A LA MORAL Y A LA PAZ PÚBLICA. EN NINGÚN CASO PODRÁ SECUESTRARSE LA IMPRENTA COMO INSTRUMENTO DE DELITO”. Sea cual sea el tema a tratar, todo mexicano tiene el derecho de escribir bajo la única responsabilidad de no atacar a terceros.
El año 2000 no sólo revolucionó en materia de ciencia y tecnología dando paso a un nuevo milenio, en México representó la ruptura de tabúes logrando que a través de un ejercicio periodístico conciente y de un trabajo en conjunto a favor de la apertura, la imagen gubernamental y el proceder de los actores políticos fuera visto desde una perspectiva más humana y real. Tal es el caso de la desmitificación de la imagen presidencial mostrándolo en diversas parodias, obras de teatro y en su momento, hablando de una vida privada que antes era imposible conocer.
Como en todo, estamos obligados a ver las distintas caras de la moneda y sin temor a equivocarme que México vive tiempos de cambio, es importante mencionar que la labor de la comunicación debe tener profundas raíces de unión con la responsabilidad de hablar a favor de la verdad sin transgredir los límites de la libertad. Recordemos que una de los compromisos principales que los medios tienen ante la sociedad es mantener la objetividad de la información sin perseguir intereses personales que algunas veces, están basados en beneficios de carácter económico.
Estamos concientes que a lo largo de los últimos años, la labor periodística se ha visto teñida de rojo debido a algunos asesinatos de quienes sólo buscan defender su labor. Asimismo, conocemos de antemano que también recae sobre sus espaldas presión económica e instigación para manipular la información. Es aquí donde debemos hacer un alto y analizar qué tanto es posible expresar ideas ya que esta problemática no precisamente obedece a intereses mediáticos, por el contrario es deber de los diversos sectores de la sociedad respetar el trabajo del comunicador dando la oportunidad a éste de ejercer libremente su labor.
En el trabajo mediático existe un punto esencial, el lector forma criterios a través de sus líneas, el medio de comunicación (de cualquier índole) forma opiniones, crea en quien se acerca a éste el panorama del mundo que actualmente y es por ello que quien maneja la información debe estar plenamente conciente de la gran responsabilidad que en sus manos recae.
Ante las transformaciones de nuestro país y con la celebración de otro día de la libertad de prensa invito a todo periodista que esté en ejercicio o quizás formándose en las aulas tendrá que perseguir los valores de la verdad, ser portavoces de la realidad y a no pintar de colores partidistas la información permitiendo a la ciudadanía ejercer libremente el derecho de recibir información real para conocer qué sucede en nuestro entorno. A la sociedad nos corresponde respetar la información y hacer uso correcto de esta.
Felicito con todo cariño a quienes laboran en los medios deseando que el Día Nacional de la Libertad de Prensa no quede sólo en una fecha, día con día celebremos nuestro derecho de libre expresión preservando el compromiso de respeto a nuestros semejantes.
Constituida como uno de los derechos inalienables del hombre, la libertad de expresión representa uno de los fundamentos básicos para desarrollar una de las capacidades únicas del hombre, la de dar a conocer sus ideas sin opresión alguna. Y es así como un 7 de junio de 1951 es constituido por el Presidente en turno, Miguel Alemán Valdez el día Nacional de la Libertad de Prensa.
Nombrado justo en esa fecha por el General García y Valseca (dueño de Organización Editorial Mexicana) quien reunió a los directores de los medios de aquella época con el fin de “agradecer el apoyo brindado por parte del Ejecutivo a los trabajadores de la prensa”, el también nombrado Día de la Libertad de Expresión representa el enaltecimiento de los valores que la democracia conlleva.
Sin importar las condiciones en que fuera instituida la celebración, es importante trasladarnos a la época actual y realizar una profunda reflexión acerca de las condiciones de trabajo en que operan los medios de comunicación. Hoy el panorama resulta ser más claro que en años anteriores pues si bien es cierto, quien es portavoz de la noticia no ve sesgada su palabra ante la maldición de la censura que en otro tiempo pusiera freno a la verdad que hoy tanto perseguimos.
Además, es importante recalcar que nuestra Carta Magna de 1917 establece PARA TODO CIUDADANO en su artículo 6° lo siguiente “LA MANIFESTACIÓN DE IDEAS NO SERÁ OBJETO DE NINGUNA INQUISICIÓN JUDICIAL O ADMINISTRATIVA, SINO EN EL CASO DE QUE ATAQUE A LA MORAL, LOS DERECHOS DE TERCERO, PROVOQUE ALGÚN DELITO O PERTURBE EL ORDEN PÚBLICO; EL DERECHO A LA INFORMACIÓN SERÁ GARANTIZADO POR EL ESTADO”. Esto sencillamente se traduce a que sin importar nada más, todos tenemos derecho a estar al tanto de lo que sucede a nuestro alrededor.
Otro artículo que contiene puntos a resaltar y con lo que también es fundamentado el Día Nacional de la Libertad de Prensa es el Artículo 7° Constitucional, “ ES INVIOLABLE LA LUBERTAD DE ESCRIBIR Y PUBLICAR ECRITOS SOBRE CUALQUIER MATERIA. NINGUNA LEY NI AUTORIDAD PUEDE ESTABLECER LA PREVIA CENSURA, NI EXIGIR FIANZA A LOS AUTORES O IMPRESORES, NI COARTAR LA LIBERTAD DE IMPRENTA QUE NO TIENE MÁS LÍMITES QUE EL RESPETO A LA VIDA PRIVADA, A LA MORAL Y A LA PAZ PÚBLICA. EN NINGÚN CASO PODRÁ SECUESTRARSE LA IMPRENTA COMO INSTRUMENTO DE DELITO”. Sea cual sea el tema a tratar, todo mexicano tiene el derecho de escribir bajo la única responsabilidad de no atacar a terceros.
El año 2000 no sólo revolucionó en materia de ciencia y tecnología dando paso a un nuevo milenio, en México representó la ruptura de tabúes logrando que a través de un ejercicio periodístico conciente y de un trabajo en conjunto a favor de la apertura, la imagen gubernamental y el proceder de los actores políticos fuera visto desde una perspectiva más humana y real. Tal es el caso de la desmitificación de la imagen presidencial mostrándolo en diversas parodias, obras de teatro y en su momento, hablando de una vida privada que antes era imposible conocer.
Como en todo, estamos obligados a ver las distintas caras de la moneda y sin temor a equivocarme que México vive tiempos de cambio, es importante mencionar que la labor de la comunicación debe tener profundas raíces de unión con la responsabilidad de hablar a favor de la verdad sin transgredir los límites de la libertad. Recordemos que una de los compromisos principales que los medios tienen ante la sociedad es mantener la objetividad de la información sin perseguir intereses personales que algunas veces, están basados en beneficios de carácter económico.
Estamos concientes que a lo largo de los últimos años, la labor periodística se ha visto teñida de rojo debido a algunos asesinatos de quienes sólo buscan defender su labor. Asimismo, conocemos de antemano que también recae sobre sus espaldas presión económica e instigación para manipular la información. Es aquí donde debemos hacer un alto y analizar qué tanto es posible expresar ideas ya que esta problemática no precisamente obedece a intereses mediáticos, por el contrario es deber de los diversos sectores de la sociedad respetar el trabajo del comunicador dando la oportunidad a éste de ejercer libremente su labor.
En el trabajo mediático existe un punto esencial, el lector forma criterios a través de sus líneas, el medio de comunicación (de cualquier índole) forma opiniones, crea en quien se acerca a éste el panorama del mundo que actualmente y es por ello que quien maneja la información debe estar plenamente conciente de la gran responsabilidad que en sus manos recae.
Ante las transformaciones de nuestro país y con la celebración de otro día de la libertad de prensa invito a todo periodista que esté en ejercicio o quizás formándose en las aulas tendrá que perseguir los valores de la verdad, ser portavoces de la realidad y a no pintar de colores partidistas la información permitiendo a la ciudadanía ejercer libremente el derecho de recibir información real para conocer qué sucede en nuestro entorno. A la sociedad nos corresponde respetar la información y hacer uso correcto de esta.
Felicito con todo cariño a quienes laboran en los medios deseando que el Día Nacional de la Libertad de Prensa no quede sólo en una fecha, día con día celebremos nuestro derecho de libre expresión preservando el compromiso de respeto a nuestros semejantes.
*Coordinador del grupo parlamentario del PAN
09/06/09
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